RUNE QUEST: Crónica de "La torre de la serpiente"


Ayer terminamos "La torre de la serpiente", la más épica y descacharrante aventura que haya jugado nunca al Rune Quest. Han habido montones de combates y situaciones potencialmente mortales y, milagrosamente ¡nadie ha muerto! (aunque a punto sí), algo inédito para mí en este juego.

Este post es pues un listado de las mejores anécdotas, por lo que su utilidad para ojos ajenos será más bien escasa y críptica, pero quiero que las aventuras de Patroclo, H.J, Lucius III y Medioc queden aquí grabadas, pues raro será volver a ver algo siquiera similar :D

Momentos estelares:

-Lía nos contrata para liberar a su novio (Hamstred) de la covacha-prisión de Plaguemort (un caseto con dos guardias). Las vueltas que le dimos al plan de rescate harían parecer a los "Dos tontos muy tontos" hermanos gemelos de Einstein.

-Patroclo se pone procaz con Lía. Ella le ignora absolutamente.

-H.J se empeña en pasear solo de noche por los muros exteriores de la ciudad. También en robar una manzana, por motivos inescrutables.

-Medioc pregunta a los guardias por su amigo Franker, que si está dentro de la celda, para atisbar un poco en su interior (2 habitáculos). Nos sacan peniques y no vemos ná.

-Decidimos comprar varios destornilladores en el mercado (¿?) para sacar los barrotes de la celda, y a Hamstred por ella. En la noche de ejecución del plan, una señora nos regaña por el escándalo que vamos montando. Y Patroclo degüella a un caniche que se acercó simpáticamente a nosotros, conmocionándonos en el acto. Era un posible delator -se defiende Patroclo.

-Tras darle al destornillador, sacamos a Hamstred de la celda. Los guardias no se enteran. Dejamos al caniche degollado dentro. Tal vez los guardias sean supersticiosos y piensen que Hamstred se ha transmutado en tan siniestro cadáver (¿?).

-Volvemos a la casa-franca con Hamstred, donde planificamos salir de la ciudad, quedando con Lía y Hamstred en una casa a las afueras (allí nos darán nuestra recompensa).

-Al día siguiente, parece que la guardia está más activa (lo del caniche no coló), e intentamos salir por separado de la ciudad. Medioc pasa desapercibido (normal). Lucius III no despierta sospechas con su señorial porte. H.J levanta sospechas entre los guardias, y se enzarza en estrambótica conversación con ellos: que si su tío es de la ciudad -pero no sabe bien como se llama-, que va a ayudarle al huerto porque han nacido los tomates (¿?), que sí... al final lo dejan pasar por no enredarse más. Patroclo decide hacerse el tontito perdido, y al cruzar la puerta le pregunta a uno "¿K´as comío?"...

-En la casa a las afueras, recibimos la recompensa (unos cientos de peniques) -aunque Lucius III deja bien claro que no la necesitamos en absoluto, que nos movemos por fines superiores e históricos. Resultó que Hamstred sí era un ladrón, de uno de los ojos de la serpiente (joya mágica), que habrían de colocarse en el puesto avanzado-poblado de "Torre de la serpiente" (en la cima de una montaña) para liberar al bosque nocturno de la amenaza del caos que el mago Korlock ha traído consigo. Nos proponen que les escoltemos (por más recompensas) y aceptamos.

-Por el camino, Patroclo no deja de intentar meter mano a Lía  y molestar. Ésta se pone junto a Hamstred y éste no lo cruje a espadazos porque lo necesita para llegar...

-Cuatro guardias de la ciudad nos atacan a caballo. Nos los cargamos.

-Llegamos a "Torre de la serpiente", donde nos cuentan la crítica situación. Korlock está a punto de derrotarles con los bichos que les lanza, y necesitan recuperar el segundo ojo de la serpiente y acabar con él para que el caos desaparezca. Aceptamos la misión suicida. Nos invitan a un banquete. Patroclo pide después un perro vivo para limpiarse las manos (¿?).

-Emprendemos el duro camino hasta el baluarte de Korlock. El bosque presenta los signos del caos. El primer escollo es cruzar un proceloso río con dos cuerdas a modo de puente (3 tiradas de Desx5, con posibilidad de quedarse colgando antes de caer). Patroclo comienza quedándose colgando, subiendo de nuevo con un éxito crítico (¡!) para, en la última tirada, caer a las aguas con una pifia monumental de 100... pierde la mochila en la caída y se lo lleva el río.

-Lucius III pasa señorialmente. H.J y Medioc (claro) caen a las aguas.

-H.J nada gracilmente hacia la orilla, donde ya consiguió llegar Patroclo. Éste intenta extender su lanza (Jabalí) al paso de Medioc para ayudarle a salir. No lo consigue, pero sí casi empalarle el moflete. Al final Medioc sale, aunque habiéndose hinchado de agua. Lucius III se avergüenza de nosotros. Proseguimos el camino. Patroclo se embadurna en barro (le encanta), en plan Predator.

-En el camino detectamos huellas. Unos dicen que no son humanas, otros que de caballo, otros que de hombres... vamos, que ni puta idea.

-Atisbamos las ruinas de piedra de una casa quemada por completo. Hay un cofre. No escuchamos la emboscada de 4 broos, que saltan sobre nosotros. Les mutilamos pero a base de bien. Patroclo quiere hacerse un casco con el cráneo de un broo, pero Medioc -que es un civilizado empollón- le recuerda que suelen portar enfermedades. A regañadientes, desiste de su casco. Habrimos el cofre a pedradas, contiene ciento y pico peniques: lo dejamos por la misma razón.

-Acampamos en las ruinas para pasar la noche. Una posesión toma el control de H.J (aunque las malas lenguas dicen que tuvo más que ver con su té especial de nómada...), que se pone a pelear con el aire (sólo él puede ver a un doble de sí atacándole); el resto no sabe que hacer. Patroclo decide pegarle un pescozón en la cabeza, pero no le funciona (aunque el casco le salvó del daño de puño). Al final H.J vence a su alter ego y despierta. El resto de la noche la pasamos escuchando cosas moviéndose alrededor.

-Retomamos el camino. A un lado, encontramos los restos esqueléticos de lo que parece ser uno de los soldados de Torre de la serpiente. Avanzamos.

-Escuchamos cascos de caballos acercándose. Nos ponemos en plan 300 a esperar el combate por llegar. Resulta ser un jinete solitario, esquelético sobre un caballo igualmente esquelético... pasa entre nosotros, pero señalando a Lucius III con el dedo, antes de desaparecer al final del camino. Éste se cambia la ropa interior, y proseguimos.

-El camino se vuelve de arenas movedizas, y sólo Lucius III se percata y salta fuera. El resto intentamos salir como podemos (tiradas de Desx5 para evitar hundirse progresivamente). Patroclo y H.J van saliendo a base de hacer el payaso hundiéndose y saliendo en plan gusano (fallando y acertando)... el numerito no cesa.

-Escuchamos pasos a nuestra espalda: el esqueleto del soldado que vimos antes se acerca lentamente, espada en mano. Patroclo lanza su jabalina, que se pierde en los cielos. Lucius III hace lo propio con la suya. H.J rodea al esqueleto y se enzarza con él en lucha. Patroclo se acerca por detrás y le ensarta la cabeza con Jabalí. Se lleva el cráneo para ir haciéndose un collar con los dientes.

-Una masa grotesca surge del suelo tras nosotros, compuesta de cuerpos humanos dolientes, y el fino oído de Lucius III nos pone en guardia. Nos ataca con tentáculos de carne a todos, pero damos cuenta de ella. Medioc le suelta un salvaje espadazo de 17 puntos de daño.

-Durante la noche, H.J vuelve a sufrir otro ataque (ese té...), pero esta vez para atacar a los demás. Afortunadamente, despierta antes de que nadie salga herido. Patroclo aprovecha para acercarse a uno de los árboles con aspecto de semi-vida y arrancarle una rama con la que elaborar una nueva jabalina. Surge una dríade oscura y le rasga el brazo. Poco después, quería quemar el árbol, pero le persuadimos de no hacerlo. El baluarte de Korlock ya está a la vista.

-A la mañana siguiente, nos acercamos hacia el baluarte. Un puente de piedra con 4 calaveras en su balaustrada sortea un pequeño riachuelo de aguas verdosas y humeantes. Parece ácido. Al cruzarlo, las calaveras se giran para mirarnos... se sospecha que son cámaras de seguridad de Korlock.

-Del baluarte surgen tres guerreros. El jefe lleva una espada bastarda, y de su casco surgen serpientes. El combate es brutal, dura más de una hora y los críticos, pifias y momentos surrealistas se suceden. El jefe corta la pierna de Lucius III (al 81%). Intentamos salvarle como podemos, y detenemos la hemorragia cuando le queda 1 punto de golpe. Mientras, otro de los guerreros (el "Karateka"), con un brazo inabilitado, se dedica a parar con críticos (3 seguidos de 01) con su daga, y a soltar patadas en la cabeza a Patroclo (que estaba liado con el casco a causa de una pifia). De milagro, salimos vivos, aunque no enteros :P

-Volvemos al campamento de la noche anterior para recuperarnos. Lucius III se elabora una pata-palo temporal con la espada bastarda del jefe, trozos de cuero, cuerda y demás (¿?). Su destreza y habilidad con la espada se verán mermadas, pero al menos está vivo. Durante la noche, los restos de la masa carnosa vuelven. H.J le lanza una antorcha que impacta con un crítico de 01; ésta arde en parte y vamos a rematarla. Parece que, durante la noche, los cadáveres suelen revivir. Decidimos quemar los restos en la hoguera.

-Por la mañana, volvemos al baluarte. En el puente,  Patroclo le hace un calvo a las calaveras, antes de que Lucius -al estilo Cojo Manteca- las destroce con una piedra. Buscamos trampas en la puerta del baluarte, y Medioc asegura rotundamente que no hay ninguna. Entran por un largo pasillo hasta una puerta cerrada por debajo de la cual sale sangre, y se escuchan montones de gritos de dolor, como si se estuviese torturando a mucha gente detrás. Abrimos, y nos topamos con montones de cuerpos colgados como de un matadero, gritando. Los intestinos salen de ellos como si fuesen látigos vivos, que nos atacan. El suelo está resbaladizo de sangre (se requerían 3 tiradas de Desx5 para cruzarlo). H.J ayuda a Lucius a cruzar apoyándose en él, pero las caídas son constantes, mientras los intestinos atacan y se enganchan a lo que pillan (incluyendo las caras sí, aghh!). Patroclo sufre daño en su pierna, y conseguimos salir cortando y cayendo sin cesar...

-Al final del corredor-matadero, subimos por unas escaleras de caracol que llevaban hasta una sala con cúpula semi-esférica. Todas las paredes estaban cubiertas de ojos arrancados que nos miraban sin cesar. Chequeos de Intx5 para poder cruzar si quedarse hipnotizado y paralizado. Sólo Lucius cruza sin quedarse trabado, despertando a los demás a pescozones: Patroclo (con semi-pifia) y H.J se muestran enamoradísimos de los ojos. Al final salimos y seguimos subiendo.

-El siguiente piso tenía cuatro golems de piedra con sendos mazos cada uno. Dos de los golems guardaban la puerta, mientras otros dos estaban en mitad de la sala, y se abalanzaron sobre nosotros. Leches y caídas por todos lados. H.J recibe un mazazo crítico en el escudo que le proyecta hacia atrás y cae al suelo. Cuando se levanta salta en plan Conan y le rebana una pierna al golem, que cae de espaldas. Lucius aprovecha y le corta la cabeza de un brutal leñazo, pero en el ímpetu se da una voltereta por encima y cae. En el otro combate, Patroclo pierde el mojo y pincha con escaso resultado al golem; Medioc da espadazos con bastante éxito y daño, cortándole una pierna al fin, y cayendo éste de espaldas. H.J -que está en modo berseker- salta rematar, rebanándole la cabeza al estilo Lucius (pero sin caerse). En el combate contra los de la puerta, Patroclo recibe un mazazo en el pecho que hubiese acabado con cualquiera (pero como es un bestia, con 6 puntos de golpe en el pecho, resiste). Al final los golems acaban como piedrecicas por el suelo.

-Subimos  al fin a la guarida del odiado Korlock, una especie de laboratorio-biblioteca. Korlock es un tipo alta, enfundado en una túnica negra, con los signos del caos por su cuerpo (puas saliendo del cráneo), cuencas vacías sanguinolentas... Nos vacila y le vacilamos. Nos levanta a tres demonios con garras del suelo, para comenzar una de las batallas finales más cutres y descacharrantes de todos los tiempos:

-Lucius queda libre para intentar dañar a Korlock desde la distancia. Lo único que tiene son 3 cuchillos arrojadizos, que lanza asalto a asalto con absoluta torpeza mientras se acerca a él. Mientras, los demonios demuestran ser lo más inepto del inframundo: uno pifia al atacar, y H.J le vuela la cabeza. Medioc se encarga del suyo, cortándole una pierna, y Patroclo recupera totalmente su mojo y vacila en un espectacular alarde mágico: dice "te voy a clavar a Jabalí en la cabeza y morirás". Lanza dados y ¡justo eso! xD
Mientras, Korlock se dedica a lanzar rayos a H.J y Lucius, sin efecto al ser parados. Patroclo le lanza a Jabalí directamente (era una promesa que tenía), pero falla. Nos acercamos a él. El mago tira una bola de fuego que ¡oh! ¡saca un 100! ¡Pifia absoluta! Al ver como se ponen las cosas, sale corriendo hacia la esquina más lejana. Lucius sigue lanzando puñales mientras se acerca. Patroclo, como sólo él puede hacer, se lanza a placarle (lucha)!!, pero falla y le suponemos volar a su lado; a la vez, H.J y Medioc lanzan sendas leches-nada de 91. Korlock intenta un último ataque que queda en nada, antes de que Medioc le rebane una pierna (especialidad de la casa) ya perjudicada por el hacha de H.J, Patroclo (que lo tiene agarrado) falle en su intento de lanzar por los aires al monstrenco y Lucius, que ya estaba cerca, le clave la espada en la cabeza, poniendo fin al reino del caos de Korlock.

-Encontramos el ojo de la serpiente (Lucius y su vista), un arma encantada de +1 para cada uno y 4000 peniques en joyas y tesoros. Volvemos a Torre de la serpiente viendo como los signos del caos van desapareciendo, liberando al bosque de su maldición.

-En Torre de la serpiente somos recibidos como héroes, y en solemne ceremonia se coloca el segundo ojo en la torre, liberando a la región del caos para siempre. Nos damos a la orgía y, calculamos que en 9 meses, Lucius podrá regenerar su pierna mágicamente (aunque está pensando en quedársela como arma de artes marciales) y Patroclo será multi-padre tras la noche de celebraciones.

Y hasta aquí dio de sí esta aventuraca épica. Seguro que no será la última :)